Ayuda a que te dejen en paz el responder (o sólo mirar fijo unos segundos) poniendo cara de pirado potencialmente peligroso. El ejemplo perfecto es Willem Dafoe en El gran Hotel Budapest. Muy buena entrada!
Los auriculares gigantes suelen ser el arma ideal para combatirlos a todos ellos con una eficacia del 80% (no sirven ni contra los canis que llevan la música modo altavoz ni contra las viejas que te dicen que bajes el volumen porque tienen el audífono en modo oído perruno)
Espero con impaciencia esa segunda parte.
ResponderEliminarSaludos.
¡Queremos segunda parte!
ResponderEliminarDecorar la intransigencia de ¿humor?, no es gracioso... Es más propio de adolescentes engreídos en plena ebullición de du superioridad.
ResponderEliminarNo es moderna esa actitud, es muy, muuuuuuy vieja.
¿Te jode ayudar a alguien que pide información? ¿a alguien que se siente atraído por tí? ¿A una señora que quiere desahogarse contigo?
Qué sufrida eres... A lo mejor aprenderías algo, escuchando. O contestando tu parecer en el momento de los terribles traumas.
Tu manera de estereotipar, es torpe, ofensiva, y bastante superficial.
La crítica que emocionó a Spielberg
EliminarMe encanta ver críticas de gente con sentido del humor, gracias por pasar!
EliminarHahaha Genial.
ResponderEliminarAyuda a que te dejen en paz el responder (o sólo mirar fijo unos segundos) poniendo cara de pirado potencialmente peligroso. El ejemplo perfecto es Willem Dafoe en El gran Hotel Budapest. Muy buena entrada!
ResponderEliminarEn el fondo soy una buenaza y respondo siempre con educación.
EliminarLos auriculares gigantes suelen ser el arma ideal para combatirlos a todos ellos con una eficacia del 80% (no sirven ni contra los canis que llevan la música modo altavoz ni contra las viejas que te dicen que bajes el volumen porque tienen el audífono en modo oído perruno)
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